Hojas de Otoño cayendo en suelo y,
mis presos sentimientos cayendo
en la libertad de mis versos.

Lectores

sábado, 21 de junio de 2014

Caminar o caer o parar

Caminas sobre una cuerda que viene desde el infinito, y llega, más allá del infinito. Parte de la nada, caminas en el todo,  pero quién sabe si el final es el todo, o es la nada y se cierra el ciclo.

Caminas y si, tú eres el que camina y  no yo y más que caminar, equilibras  y a oscuras, en un lugar suspendido en el tiempo donde apenas circula aire y  sólo a veces. Ráfagas, brisas frescas que te hacen balancear peligrosamente u otras de aire caliente que bañan de luz cálida el entorno y hacen que de pronto, la cuerda parezca más ancha y puedas dar pasos más confiados. Golpes de esperanza que sólo de vez en cuando se muestran. Porque mientras y a veces, hablas perdido. Sin saber si volver a la nada, pararte en el punto exacto del todo eternamente -lo cual es inviable, pues la posición estática es difícil de sostener en cuerpos humanos- o seguir hacia delante y arriesgarte. Y eso, sin mirar hacia abajo, que de dar un paso en falso, o de balancearte de más por una ráfaga de aire, el abismo ganaría a estos terminos opuestos. Habría que inventarse un término que explicase la ya no existencia, y tal vez eso sea muerte y eso sea más allá del todo y la nada.

Pero claro eres tú el que transita por este lugar y no yo, porque es más fácil creerlo así y porque es más fácil imaginar que eres tú y no enfrentarme al miedo de creer que el pie que tropezó fue el mío y el grito expresando perdida, sorpresa y pánico, y la cabeza situada en mal ángulo rodeada por un charco rojo rubí, son tuyos y no míos. Porque es más facil creer que eres tu en esa situación y que yo vuelo y yo tengo el control.

1 comentario: