Tanta.
Tanta es la soledad, que ni ella me acompaña.
Sin nada que extrañar, así me tiene de desamparada.
Tanta es que mi cuerpo extraña un cuerpo con el que jamás durmió,
y mi mente revisa continuamente ese inexistente mensaje de voz.
Extraño risas que no fueron y recuerdos, que no son más que fantasías sobre fantasías.
Nunca fueron, nunca serán, pero hoy, son.
Son mentiras que me acercan a las puertas de tu vida, esa, tan inexistente.
Es esa inexistencia la que quizá "nos mueve"...
ResponderEliminarSiempre dicen que en algún lugar hay alguien...
A veces también dudo y hasta sueño con un rostro que se pierde en una penumbra, pero....sus caricias no.
Quedan... y ...
Vuelvo a extrañar....
Un abrazo y gracias por invitarme.
Espero leer más de ti...
Me encantó, ¿es tuyo? escribes muy bien, sigue así. Si tienes oportunidad pasa por mi blog http://rubrumluna.blogspot.mx/
ResponderEliminarGracias
Muchas gracias a las dos!
ResponderEliminarKris, espero seguir gustandote y, creo que me has comprendido totalmente la sensación
Y Me gusta también como escribes Becky, ahí me pasé
Ya es complicado encontrar a alguien que escriba prosa; pero los que le dais a la poesía estáis contados.
ResponderEliminarMe gusta este poema. Es sencillo y nada pretencioso. Me parece acertado; el amor siempre mejora cuanto más inalcanzable es, así que no hay nada mejor que añorar estar entre los brazos de alguien que no existe. Esos son los mejores amores, los que no se pudren ni caducan.
Sigue así; y perdón por la pedantería.
Ya nos iremos leyendo.